Imaan Ali |
La
vestimenta de la mujer musulmana ha sido uno de los temas más tratados tanto en
los medios de comunicación como en el ámbito académico. Si realizamos un breve
vistazo a las últimas publicaciones sobre el mundo arabo-islámico, observaremos
que la mayoría de éstas suelen ir acompañadas de imágenes en las que aparecen mujeres
con hiyab, un elemento que representa la diferencia del "otro" y
llama la atención del lector. Sumisión y opresión son
una de las palabras más repetidas en diferentes publicaciones y medios de
comunicación. Esta proliferación de escritos no sólo consigue acentuar en la
población los prejuicios de los que disponía sobre la sociedad musulmana sino
que, además, impulsa una politización del tema. Así el islam se convierte en el
principal opresor de las mujeres y occidente tiene la obligación de salvarlas,
tal como se afirmó en la guerra estadounidense contra Afganistán. El tema del
hiyab irá cobrando tal fuerza que consigue traspasar las tierras del islam para
convertirse en el actual debate de algunos países europeos en los que se ha
llevado a cabo la restricción de su uso con el fin de liberar a la mujer y
mejorar su integración en la sociedad.
Sin
embargo, estos dos últimos años los medios de comunicación descubren un nuevo
hiyab simpático y peculiar que está desequilibrando la concepción, tan afincada
en la sociedad, de la mujer musulmana. Éste es el hiyab fashion.
El
fenómeno del hiyab fashion o la moda del hiyab no es algo que se remonta a
estos dos últimos años. Este tipo de moda vio la luz hace unas décadas atrás
cuando algunos/as empresarios/as observaron que podría haber un mercado
interesante en este campo. Es cierto que la moda ha sido algo que siempre ha
estado presente en los países islámicos ya que todos tenían su propias marcas y
modas en los vestidos tradicionales como chilabas o abayas. No obstante, el
concepto de moda urbana, fuera de las vestimentas tradicionales, aparece en un
primer momento en Turquía que en pocos años se convirtió en uno de los centros
de moda más importantes del mundo
islámico. La fama de la que disfruta actualmente el hiyab fashion se debe a dos
factores: internet y algunos cambios socio-políticos.
No cabe duda de que internet es una de las
herramientas más útiles si quieres dar a conocer tu negocio o tus proyectos, y
es esto justamente, lo que ha hecho que las blogueras del hiyab fashion se
diesen a conocer tan rápido mediante los blogs de moda y las redes sociales. Muchas
de ellas han conseguido crear tiendas en las que venden sus diseños, e incluso alguna
ha ido más lejos, como es el caso de Yasemin, bloguera estadounidense, que ha
creado la revista Layali dirigida a mujeres musulmanas. Mediante este proceso
no sólo han conseguido darse a conocer sino que han transformado los principios
de estilo y moda que se iban llevando desde entonces, acabando así con los
tradicionales focos de moda. Actualmente los principales centros del hiyab
fashion se encuentran en Gran Bretaña, Indonesia y EE.UU.
Aishah Amin |
Podemos
ver que dos de estos centros se encuentran en Occidente. Esto se debe a la
labor de una nueva generación, formada principalmente por las hijas de la
diáspora musulmana, que buscan crear un estilo acorde con sus necesidades
actuales, lejos de los modelos tradicionalistas y de corte oriental de sus
madres. El tercer foco más importante es Indonesia que actualmente es una de
las regiones donde los movimientos islámicos están realizando varios cambios en
el ámbito socio-político. El hiyab fashion de indonesia ha sido uno de los más
influyentes debido a su combinación de elementos tradicionales con la moda
urbana. Así como fue allí donde se celebró la primera hijab fashion week.
Una de las personalidades más conocidas
actualmente en este ámbito es Amena creadora del canal Amenakin. Esta joven
británica ha conseguido en poco tiempo una gran fama que le ha ayudado a crear
su propia tienda, Pearl Daisy, en la que se puede encontrar uno de sus diseños
más extrovertidos, el hoojab. Este diseño es una especie de capucha con la que
se puede jugar de diferente manera y crear varios estilos. Otro de los blogs
más importante es Hijab Style creado por la británica Jana Kossibati cuyo
principal objetivo es facilitar a sus seguidoras la información de las últimas
tendencias del hiyab. Sin embargo, una de las blogueras más atrevidas y
extravagantes es Imaan Ali. Esta joven
profesora universitaria ha sido la que
más se ha dado a conocer por los medios de comunicación internacionales debido
a su audaz estilo. Otras blogueras importantes son Aishah Amin, Hana Tajima y
Sarah Elenany, diseñadora de un nuevo estilo de ropa en el que se incluyen
elementos islámicos como la imagen de una mezquita o un minarete. La lista se
hace cada vez más larga ya que este fenómeno se está extendiendo a chicas de
todos los países como es el caso de la marroquí Rania.
Gracias a los blogs y a las redes sociales el
hiyab fashion ha conseguido en poco tiempo gran difusión ente las jóvenes de
todos los países. Así como ha creado nuevos espacios en los que darse a conocer
como las pasarelas o la creación de la web modest street fashion en la que
aparecen fotos e intervenciones de las blogueras y diseñadoras más importantes
de todo el mundo.
Si
tenemos en cuenta que la moda no es más que un resultado del capitalismo que
nos domina actualmente, el hiyab fashion no tendría por qué ser noticia. Sin
embargo, no todos partimos de esta evidencia. Pues actualmente prima la
división del mundo a través del concepto de modernidad. Concepto que a día de
hoy pensamos que se encuentra bajo dominio de occidente. Así que a raíz de esta
teoría construimos, queriendo o sin querer, una realidad en la que occidente
posee la hegemonía cultural sobre las demás regiones del mundo. Por lo que
cualquier cambio que se dé en éstas será concebido como un intento frustrado de
imitación a la gran hegemonía occidental. A día de hoy, tanto los medios de
comunicación como la sociedad emiten juicios sobre la población musulmana desde
esta perspectiva. De tal manera que al tratar el tema de Hiyab fashion se
pueden encontrar afirmaciones como "la labor de estas chicas demuestra que
se puede ser musulmana y moderna", "con estos nuevos estilos
demuestran llevar el velo sin parecer una Doña Rogelia" o una de las más
mediáticas del tipo de "varias
chicas han sido rechazadas por los sectores más religiosos por su
modernidad".
Yasemin |
¿Acaso
es coherente describir de modernas a unas mujeres musulmanas que viven y
aprovechan todos los recursos de los que disponen en el siglo XXI? o ¿Es que es
mejor ser una musulmana moderna que una musulmana? Pero, sin duda, lo más grave
es considerar que una mujer moderna es aquella que está sometida a unos cánones
de belleza basados en modelos sexistas. Y al contrario que sucede con la mujer
musulmana, esta dominación en la que se fija la vestimenta de la mujer
occidental no es vista como algo que coarta la libertad ya que pertenecer al mundo moderno. Mientras que el
islam y los ulemas, que no pertenecen a este mundo moderno, someten a las
mujeres a la sumisión y oprimen sus derechos.
Así
que tanto musulmanes como no musulmanes cometen el mismo error. Un error que
consiste en la dominación del cuerpo de la mujer para definir la identidad de
un grupo, una región o una ideología.
Si
se lleva a cabo una mayor deconstrucción del fenómeno hiyab fashion lejos de la
influencia de las empresas de moda, la proliferación en los últimos años de
blogs de moda o la concepción del concepto de modernidad. Se descubre que el
hiyab fashion no es más que una expresión, de tantas otras(vídeos, cine, debates..etc),
de un nuevo proceso de construcción de identidad musulmana, el islam occidental.
Una nueva conciencia que se está llevando a cabo por los/as hijos/as de la
diáspora en la que buscan encontrar un islam que responda a su identidad, a sus
necesidades y que deje de lado el bagaje cultural de sus padres. Un nueva
práctica mediante la cual se demuestre que no existe ninguna contradicción en
el hecho de ser occidental y musulmán. Esta nueva concepción se crea en torno a
un nuevo objetivo, eliminar todos aquellos prejuicios que se han ido
construyendo a lo largo de las últimas décadas sobre los/as musulmanes/as.
Las
mujeres musulmanas se alzan en medio de este procedimiento como las grandes
luchadoras que intentan hacernos llegar su voz por todos los medios. Una lucha
que llevan a cabo ellas mismas con la esperanza de que algún día veamos,
musulmanes y no musulmanes, que más allá de un hiyab hay una mujer, que como
todas las demás, intenta llevar su día a día como puede.
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